miércoles, 28 de mayo de 2014

Igualdad del enfoque de género en el ciclo de proyecto

La igualdad del enfoque de género en el ciclo de proyecto, para su cumplimiento debe ser tomada en cuenta en todas sus fases, con el propósito de garantizar el cumplimiento de las actividades planificadas en torno a la igualdad del enfoque de género. Para garantizar este cumplimiento, en los proyectos de desarrollo se debe destinar recursos financieros y recursos humanos especializados en género.

La coyuntura actual ya sea político, económico, social y hasta ambiental; nos permite generar una gran oportunidad para introducir el principio de igualdad o incorporación del enfoque de género en el ciclo de proyectos, identificando puntos críticos. Para lo cual no se tiene una receta única de cómo debe ser abordado este tema, es así que se tiene que trabajar en nuevas formas de pensar que nos posibilite una retroalimentación para hacer aplicable lo aprendido. La incorporación del enfoque de género en el ciclo de proyectos necesariamente implica la asignación de recursos especializados para tal efecto.

En este contexto la incorporación del enfoque de género en el ciclo de proyectos deberá ser integral y estar presente en todas las fases: Diagnóstico, Diseño y Planificación, ejecución y evaluación.
 
En este cometido en la fase de diagnóstico considerar aspectos cuantitativos y cualitativos que incorporen el enfoque de género que nos permitan visibilizar la discriminación de género y desvelar sus causas.

En los aspectos cuantitativos identificar claramente con herramientas estadísticas la disgregación por sexo entre hombres y mujeres, referidas a niveles de educación, actividad, empleo y desempleo, porcentaje de participación, etc.  Lo que nos permitirá sacar a la luz las situaciones de discriminación que sufren las mujeres en la situación actual.

Y en lo que se refiere a los aspectos cualitativos hacer un análisis de las causas de desigualdad, referida  a la división sexual del trabajo, uso y control del tiempo, usos de espacios, acceso a los recursos.

Continuando con el ciclo de proyectos, la fase de diseño y planificación es un proceso técnico, pero a la vez también es un proceso político que nos permite la redistribución de recursos y de poder entorno a interés de grupos sociales, y dado el caso nos interesa los intereses que tienen las mujeres en un proyecto. Al incorporar el enfoque de género en el diseño y planificación de proyectos se debe considerar procesos de transformación (cambio de aptitud), y como reacción a estos procesos de transformación obviamente se tendrá resistencia (todo cambio implica conflicto).

Para garantizar el enfoque de género en el diseño de proyectos se debe contemplar la igualdad entre hombres y mujeres como prioridad, y asignación de personal experto en género. La no incorporación de estas medidas repercutirá en el desmedro  del proyecto, generando mujeres como colectivo beneficiarios pasivo y finalista (lo que en la práctica viene a ser marginación de las mujeres en los proyectos).

Asimismo se supone incorporar el principio de igualdad en la formulación de objetivos que promuevan la igualdad de hombres y mujeres, y la superación de la discriminación de género. Diferenciar de forma clara los grupos destinatarios en donde se distinga claramente a las mujeres y hombres en términos de cantidad. En el cumplimiento de las actividades también diferenciar la participación de las mujeres. Asimismo  incorporar los recursos financieros necesarios para el cumplimiento de la igualdad y la incorporación de expertos en género.

En la fase de ejecución, si bien se tiene la confianza que los aspectos de igualdad de género están considerados en la fase de diagnóstico y diseño del proyecto. En este fase se debe vigilar y asegurar el cumplimiento del enfoque de género.

Generalmente la fase ejecución de un proyecto lo ejecutan otras personas, que nada tuvieron que ver en el diseño, por tal motivo se debe velar el cumplimiento de la igualdad del enfoque de género. Que las actividades se cumplan tal y como está planificado, se incorpore en la ejecución personal experto en género, que se respeten a los grupos destinatarios.

Y como acciones previas a la ejecución del proyecto realizar acciones sensibilización y preparatorias del lanzamiento del proyecto, haciendo hincapié en el enfoque de igualdad de género.  Ya en la ejecución propiamente dicha hacer seguimiento sobre el cumplimiento en la incidencia real de igualdad de mujeres y hombres. Asimismo hacer partícipe con  poder de decisión a organismos y asociaciones de defensa de los derechos de las mujeres. Y finalmente transferir y difundir  las experiencias positivas con relación a la igualdad del enfoque de género.

Finalmente se tiene la fase de evaluación, si bien la fase de evaluación es un proceso continuo, es proceso que saca a la luz los beneficios y dificultades del proyecto, establece las bases para la realización de orientaciones y ajustes del proyecto, mejora la eficiencia y eficacia del trabajo planificado, identifica las buenas prácticas y las lecciones aprendidas y finalmente difundir los resultados para aquellas personas interesadas. En el tema en cuestión debe sacar a la luz, el cumplimiento del enfoque de género y su impacto, en los roles y tareas de los beneficiarios del proyecto.

Como conclusión se puede mencionar, que si bien el tema de igualdad de género actualmente está en las agendas de las organizaciones e instituciones, aún existe una brecha en el cumplimiento de esta desigualdad. Tal vez generar más espacios de sensibilización, formar recursos humanos expertos en temas de igualdad de género, y finalmente proveer mecanismos que garanticen la incorporación  en los proyectos de desarrollo la igualdad del enfoque de género.

El presente manuscrito fue elaborado en base a la lectura KIDEITU (2007). El principio de igualdad de mujeres y hombres en el empleo. Gobierno Vasco, España: Emakunde, Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.

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